La presencia en el agua de sustancias sólidas constituye la parte más importante y aparente de la contaminación.

En el agua se encuentran partículas con un tamaño muy variado, en relación al tamaño se pueden separar bien por decantación bajo la influencia de la gravedad o bien por flotación, por el contrario, encontramos otras partículas de naturaleza coloidal que presentan una gran persistencia en agua. Tienen un tamaño comprendido entre 0,001 y 1 µm y constituyen una parte importante de la contaminación, causa principal de la turbiedad del agua.

El tratamiento físico químico tiene como finalidad la adicción de productos químicos (coagulantes y floculantes) para modificar las propiedades físicas de las partículas contaminantes y facilitar la formación de flóculos y su posterior separación o eliminación del agua.

El tratamiento físico-químico puede constituir una única etapa dentro del tratamiento del agua residual o bien puede interponerse como proceso de depuración complementario entre el pretratamiento y el tratamiento biológico.

Este proceso consta de 2 etapas: Coagulación-floculación

La coagulación consiste en la desestabilización de las partículas coloidales cargadas electrostáticamente. Alrededor del coagulante se forman agregados de partículas que son conocidas con el nombre de microflóculos.
Estos microflóculos aún no tienen tamaño suficiente como para poder sedimentar. Pues, mediante la floculación, se produce una aglomeración de materia coloidal coagulada y de materia finamente dividida en suspensión como resultado de la colisión y adherencia entre partículas, generando flóculos más grandes.

La floculación es la separación física de los sólidos del agua mediante decantación, flotación o filtración.